Todos sabemos que lo que más les gusta a los niños es jugar. Entonces... ¿por que no lo aprovechamos este rato de jugo para ejercitar la motricidad fina, tan importante en estas edades?.
La motricidad fina es una parte muy importante en el desarrollo de los más pequeños y será fundamental para la adquisición de posteriores aprendizajes como, por ejemplo, la escritura. Pero antes de escribir, es necesario que cojan fuerza y agilidad en manos y dedos.
Os propongo algunas ideas que podeis adaptar con los materiales que tengais por casa.
1-Trasladar objetos:
Para esta actividad, podemos utilizar pinzas de ropa, pinzas de coger hielo o las pinzas de las cejas, con ellas, deben coger pompones, canicas, garbanzos.... y pasarlos de un recipiente a otro.
2- Gomas
Necesitamos gomas del pelo y tubos de papel de cocina, deben colocar las gomas alrededor del tubo. Es una actividad muy simple pero puede convertirse en un divertido reto.
3- Pajitas
En primer lugar deben cortar las pajitas en trocitos y después deben ensartar estos trocitos a través de una cinta, lana...
4- Tornillos y tuercas
El bricolaje puede convertirse en un gran aliado para mejorar sus habilidades de motricidad fina. Podemos facilitarles herramientas reales, destornilladores cortos para que practiquen la coordinación oculo-visual, y tuercas para que enrosquen y desenrosquen.
5- Botellas y tapones.
Lo mismo pasa con enroscar y desenroscar tapones con botellas, y será mejor si podemos juntar varias botellas con distintos tamaños de tapones para que a la vez jueguen y clasifiquen.
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